Jun 22, 2023
El espacio ideal para guardar al niño
Puede ser como clavos en una pizarra cuando un padre escucha esas cinco palabras agonizantes: "¿Puedo comer algo?". Independientemente de si son los días tranquilos del verano o el bullicio del otoño, cuando los niños quieren un refrigerio,
Puede ser como clavos en una pizarra cuando un padre escucha esas cinco palabras agonizantes: "¿Puedo comer algo?". Independientemente de si son los días de ocio del verano o el bullicio del otoño, cuando los niños quieren un refrigerio, todo se trata de una gratificación inmediata y, a veces, entre doblar la ropa o limpiar la cocina, mamá y papá no pueden satisfacer la demanda. Aquí es cuando el lugar donde guardas tus refrigerios puede resultar enriquecedor tanto para ti como para tus hijos.
Bolsas para llevar con peces de colores, barras de granola, tazas de frutas, galletas saladas, palomitas de maíz y galletas son opciones fáciles de usar cuando un niño tiene ganas de comer y los padres no tienen tiempo para hacer que el apio se sienta como un refrigerio emocionante. Pero para hacer su vida un poco menos estresante y mantener a raya los dolores de hambre de sus pequeños, considere crear un estante inferior en la despensa al que las manos y los brazos pequeños puedan alcanzar.
Existen varios beneficios al crear una despensa que tenga un estante al que los niños puedan acceder para tomar sus refrigerios. La primera es que son capaces de servirse un refrigerio ellos mismos sin necesidad de subirse a nada ni de la ayuda de un adulto. Esto permite al niño un poco de independencia y a los padres un poco de tranquilidad, especialmente teniendo en cuenta que Stanford Medicine afirma que más de la mitad de las lesiones relacionadas con caídas ocurren en niños de cuatro años o menos.
Por supuesto, un niño solo puede tener lo que usted tiene en los estantes, por lo que, si bien puede tomar un refrigerio sin su ayuda, sigue comiendo los alimentos que usted quiere que coma y se mantiene alejado de los que usted no quiere. Esto también le permite crear un sistema en el que puede comprar refrigerios al por mayor, empaquetarlos en proporciones que tengan sentido para su familia y colocar esas bolsas o recipientes en el estante más bajo de su despensa para las manos hambrientas.